¿QUÉ ES EL EQUILIBRIO VISUAL?

Uno de los principios más importantes en la decoración de interiores es el del "balance" o equilibrio visual. Conseguirlo en un espacio depende de la colocación de los objetos decorativos. El objetivo es distribuirlos  según su "peso visual" - el espacio que ocupan en una habitación - cuidando que los grandes y los pequeños estén dispuestos de una forma equitativa según su color, sus líneas, su forma y su textura.

BALANCES:  FORMAL, INFORMAL Y RADIAL

El balance formal se consigue repitiendo objetos y colocándolos equidistantes uno del otro, creando un efecto espejo. Es el más fácil de conseguir y el más utilizado. Puede ser vertical u horizontal y se suele aplicar a espacios cuadrados. Un ejemplo sería colocar dos sillones iguales separados por una mesita en el centro.

El informal, también llamado asimétrico, se consigue utilizando diferentes objetos del mismo peso visual para crear equilibrio. Este es mucho más díficil de conseguir. Es menos tradicional que el simétrico, y resulta elegante, informal y dinámico cuando se aplica correctamente. Es ideal para habitaciones pequeñas y estrechas. Por ejemplo: si tenemos muebles pesados y robustos en un lado y más ligeros en otro, para equilibrar podemos añadir a la zona más ligera colores fuertes o estampados grandes para crear un balance asimétrico.

Por último para conseguir el balance radial colocamos objetos alrededor de un punto central. Una mesa redonda en el centro de un espacio sería el elemento central, y las sillas alrededor crearían el equilibrio visual que buscamos.

Un diseño equilibrado visualmente se percibe completo y cómodo mientras que un espacio con una decoración desiquilibrada resultada en un ambiente desconcertante que se percibe como inacabado. Por otro lado, en muchas ocasiones decoradores y artistas eligen el desequilibrio para crear desconcierto y hacer sus creaciones mas interesantes.